La mayoría de estos anfibios los he observado en piscinas y balsas abandonadas de las cuales estos no podían salir. Con la colaboración de algunos amigos y de algunos propietarios de fincas y casas de campo, he conseguido salvar algunos del peligro que supone para ellos la desecación de estas reservas temporales de agua. En algunos lugares ya se ha llegado tarde pero en otros llegamos a tiempo y con éxito hemos podido salvar aproximadamente medio centenar de ranas verdes adultas y varios centenares de renacuajos que no pudimos identificar de que especie eran.
El procedimiento lo realizamos equipados mediante guantes de látex, botas de agua y salabre y fue un éxito rotundo. Estos animales, una vez que los hemos atrapado los liberamos en las balsas para anfibios que están creadas dentro de mi propia finca, hábitats donde el recurso hídrico está asegurado y donde también tienen lugares donde poder dispersarse tanto los ejemplares adultos como las larvas cuando metamorfosean y se convierten en ejemplares "adultos".
Pues desde este blog pido que quien conozca alguna piscina o similar donde los anfibios puedan estar atrapados y, por tanto, condenados a una muerte segura que se ponga en contacto conmigo a través de este blog. Gracias a esta acción cientos o, incluso, miles de anfibios tendrán una nueva oportunidad para vivir en libertad.
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