jueves, 3 de febrero de 2011

Elanios murcianos

                 Casi 1000 kilómetros hicieron falta para llegar a Extremadura y otros tantos para venir, y vine sin ver a mi ave rapaz preferida, el elanio azul. Pensé que iba a pasar mucho tiempo para ver, por fin, a este artista del aire hasta que mi amigo Joaquín me llevara a verlos a apenas 15 kilómetros de mi casa, acto que le estaré infinitamente agradecido y, de momento, en deuda.
                Allí en Murcia me pude encontrar y casi familiarizarme con una familia entera de estas preciosas aves. Pude visitarlas en multitud de ocasiones y así tener abundantes experiencias que compartir con todos vosotros. Siguiendo a estas aves he conocido a gente muy interesante, he descubierto especies que anteriormente aun no había conocido (ratonero moro, terrera marismeña, alondra...) y me lo he pasado genial. Por ello quiero dedicar esta entrada de hoy a los elanios murcianos.
Elanio Murciano (Escalonaman)

                Los mismos elanios que esquivan balas en las diferentes cacerías que tienen lugar en sus zonas de campeo y de cría, que sobreviven a la roturación de los hábitats y a la disminución de sus ecosistemas y que nos sorprenden cada día con su enorme y majestuosa capacidad de supervivencia.
                Supervivencia que se hace ver solamente fijándote en el lugar donde habitan; en el hogar del elanio murciano abundan los postes eléctricos sin protección o corrección alguna y en estos mismos postes son donde búhos reales, águilas perdiceras, busardos ratoneros o, incluso, halcones peregrinos ya han perecido a merced de la exposición a la alta tensión. El gobierno murciano no hace caso a nuestras súplicas y nuestros amigos los elanios y todos los demás vecinos siguen corriendo grave peligro de electrocución en su propio hogar.


                Por otra parte, el hogar del elanio murciano pronto se convertirá en una gran selva de chalets y campos de golf sin vida si no logramos remediarlo. Las mejores zonas de campeo del elanio azul y otras rapaces como la lechuza campestre, el águila perdicera o, incluso, el águila imperial ibérica están dentro de grandes proyectos urbanísticos y nadie hace nada para remediarlo.

                No es justo que esta tierra no tenga protección, mínimo debería de ser ZEPA, y tampoco es justo que por el interés y la codicia de uno o varios señores se tenga que perder gran parte de la biodiversidad murciana. Biodiversidad que apenas es conocida y que, por lo que conocemos, tiene un valor incalculable que en caso de su pérdida sería irrecuperable. Me apena decir esto pero os lo digo de corazón: disfrutad ahora de lo que tenemos porque provablemente pronto este y muchos otros parajes dejen de existir.




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